No más hombres y mujeres, tan solo personas
La opinión de nuestra directora de Recursos Humanos, Ana Lobato, en el Día Internacional de la Mujer
No porque el calendario diga que es 8 de marzo toca hoy hablar de las mujeres. No porque se haya convocado una huelga feminista, ni porque el movimiento social #MeToo haya puesto sobre la mesa el debate sobre el acoso. Es mucho más sencillo que eso. Quiero hablar de las mujeres porque en Palibex nos importan las personas y ellas son el 50,7% de los seres de este Planeta y la mitad de las que trabajamos en mi empresa. El problema es que ese porcentaje tan igualitario pasa a ser residual en algunos entornos sociales, académicos y, por supuesto, laborales, como desgraciadamente ocurre en el sector del transporte.
Nunca he entendido la igualdad como una cuestión de paridad sino como el reflejo de una composición real de la sociedad y, sobre todo, de la capacitación de las profesionales que hemos incorporado a nuestro equipo. Hombres y mujeres en igualdad de condiciones es una mezcla perfecta que siempre suma. Por eso la mitad de los cargos directivos de Palibex somos mujeres -universitarias y madres todas ellas-, y nuestro papel es igual de representativo en niveles intermedios y entre el personal de servicios.
Contratar a más mujeres en el sector del transporte, como llevamos años reivindicando desde Palibex, es necesario pero no suficiente. Debemos empoderarnos y acceder a la toma de decisiones. Desarrollar nuestra carrera profesional sin que la maternidad o la conciliación nos supongan un lastre.
Si una empresa es joven y quiere modernizar el sector del transporte como la nuestra, con más motivo deberá dar respuesta a la realidad de miles de chicas que luchan por tener una brillante carrera profesional sin que eso suponga un lastre para su vida familiar. Porque no sólo se trata de contratar a más mujeres en el mundo de la logística, que también, sino de mantener, formar y promocionar el talento femenino, por descontado, en exactas condiciones salariales que las de sus compañeros. La maternidad, no nos engañemos, sigue penalizando a las mujeres, especialmente cuando regresan al trabajo después de la baja y se ven apartadas de las decisiones u obligadas a elegir entre ser mejores profesionales o buenas madres.
La triste realidad es que, hoy en día, los hombres cambian de empleo porque están insatisfechos y buscan nuevas oportunidades laborales mientras que muchas mujeres lo hacen para cuidar de sus hijos o de otros familiares. Una situación detrás de la cual se encuentran empleos precarios y peor remunerados que los de sus parejas y menores posibilidades de acceso a la dirección. Ese tan manido techo de cristal que no acaba de hacerse añicos y que, por el contrario, cada día parece más irrompible.
Muchos empresarios del transporte se llevan las manos a la cabeza para gritar que ellos pagan igual y no discriminan a las mujeres de sus plantillas. Pero yo no me quedaría ahí y les preguntaría ¿Cuántas de esas mujeres ocupan puestos directivos? ¿Cuántos lo hacen sólo por una cuestión de paridad o por imagen? En definitiva, ¿Tú qué haces para cambiar las cosas?
Ahora bien, las primeras que debemos dar el paso somos las mujeres. De una vez por todas, dejar de juzgarnos y de culpabilizarnos por nuestras dificultades para conciliar y permitirnos tener una vida personal y profesional plena.